El entorno está repleto de magníficas estampas que evocan nuestro patrimonio industrial, que nos muestran los entornos económicos, las formas de producir y nuestros hábitos laborales y sociales. Podremos incluso encontrarnos con múltiples expresiones artísticas que tienen al mundo del trabajo como común denominador.
Este enigmático cementerio de anclas se encuentra en la espectacular Praia do Barril de Tavira. La imagen habla por sí sola. La actividad pesquera siempre ha formado parte de la vida de las gentes de este rincón del sur de Europa. Pero los recursos cambian, o más bien los alteramos irremediablemente. Estas anclas pertenecen a embarcaciones que antaño se dedicaban por aquí a la pesca del atún, pero que la sobreexplotación de los recursos las dejó inservibles para su función original, quedando hoy en nuestra memoria para escarnio colectivo. Impactante, ¿verdad?