Hace años… cuando existía el hábito de comprar y leer la prensa en papel, sobre todo en la tranquilidad del domingo y sus inconfundibles páginas del suplemento semanal de economía, tuvimos la oportunidad durante algunos meses de contar con un espacio salmón en la prensa local de referencia. Columna que aparecía bajo la denominación de «crónica sociolaboral«.
Porque la realidad es multidisciplinar, porque «lo laboral» no se puede compartimentar en un espacio estanco, porque todo es política, porque la perspectiva jurídica dependerá del contexto en el que nos situemos, porque… nuestra propia formación así lo exige.
El estudio de los sistemas de relaciones laborales responde inexcusablemente a esa perspectiva plural, y el análisis de los acontecimientos que se producen en nuestras relaciones económicas y de trabajo, requerirán de las aportaciones de diversas disciplinas. Y con ello me siento identificado como profesor de Derecho del Trabajo, pero con formación politológica.
Como decía, tuvimos ocasión de contar durante un tiempo con una columna semanal donde exponer nuestra perspectiva del «conflicto industrial» en una etapa de transición a la «sociedad del conocimiento». No hay duda de los cambios operados en lo tecnológico, en las relaciones sociales y en la propia comunicación… hasta el punto de la casi desaparición del «papel prensa».
Y resulta que al margen de las investigaciones más extensas, formales y ortodoxas, la expresión de nuestras inquietudes y reflexiones universitarias requieren de un espacio mayor del que nos proporcionan las actuales redes sociales. Es por ello, que sentimos la necesidad de abrir un espacio para una modesta transmisión del conocimiento (pues la «transferencia» implica otras connotaciones) como parte de nuestras aportaciones. Sin mayores compromisos en el espacio-tiempo que los que libremente nos apetezca asumir en cada momento, retomamos la crónica sociolaboral.
Francisco J. Barba Ramos